Mancera es una marca joven, pero muy brillante. Su estilo característico puede describirse como un intento de crear fragancias en la confluencia de Oriente y Occidente. Este lujo oriental y el exotismo de países lejanos, adaptados a los estándares europeos, hacen que las fragancias Mancera sean más accesibles para el olfato occidental.
La marca de perfumes Mancera se creó en 2008 en París como regalo de su padre, Pierre Montal, a su hija, Amélie Manser. La niña pasó su infancia en el laboratorio de su padre, rodeada de tubos de ensayo y aromas. Y, por supuesto, esto no pudo evitar que su interés por la perfumería se viera afectado. Amélie se graduó en la escuela de diseño de París, era aficionada a la fotografía y probó suerte en el mundo empresarial. Sin embargo, independientemente de su trayectoria, siempre volvía a la perfumería.
En 2017, Amélie asumió el cargo de directora de arte en Mancera. A Amélie le encanta el estilo art déco y, en sus propias palabras, «intenta plasmarlo en la perfumería de su casa». Su ingrediente favorito en perfumes es la vainilla y le encantan los aromas dulces. Los frascos de alta tecnología de la marca merecen una mención especial. El vidrio, creado con la misma tecnología que las portillas de las naves espaciales, impide la entrada del calor y la luz solar, y los tapones de rosca, poco comunes en los frascos de perfume, refuerzan la impresión de alta tecnología.