Tom Ford

Tom Ford nació en Texas en 1961. De joven, se mudó a Nueva York, donde estudió historia del arte, diseño y arquitectura. Sus estudiantes asistían a seminarios en París, lo que influyó en su carrera europea.
En 1990, el gigante de la moda Gucci lo invitó a trabajar como diseñador de ropa femenina. Un éxito, ¿verdad? Si no fuera por un detalle: fue el peor año financiero para la casa de moda. Debido a errores de cálculo estratégico y conflictos familiares, la marca sufrió enormes pérdidas. Pero Tom no tenía miedo.
En 1992 se convirtió en director artístico de la casa, y en 1994, en director creativo. Ya en 1995, los ingresos de la empresa aumentaron un 87 %. Tom gestionaba todo: desde la moda hasta el marketing y la publicidad. En 1996, el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos lo reconoció como Diseñador del Año.
Pero Ford no se detuvo ahí. Se interesó por la perfumería y actualizó el clásico perfume Youth Dew para Estée Lauder. Y entonces decidí crear mi propia fragancia.
Un año después, la legendaria Orquídea Negra se presentó en Nueva York. Y no es solo un nombre bonito. Especialmente para este perfume, el cultivador Fred Clarke creó una auténtica orquídea negra. Ahora, la colección de perfumes de Ford cuenta con más de 80 elegantes fragancias.
Tom Ford es una persona única. Podría trabajar con cualquier casa de moda, pero eligió la independencia y su propia marca, Tom Ford International.
“Las cosas hechas con amor hablan por sí solas. Creo que la energía puede transmitirse a través de las cosas materiales a medida que las creas”, dice Ford.